Y NUESTRO GALLO DE ENERO (aunque estemos a uno de febrero) VUELA DE NUEVO A GALICIA AL GALLINERO DE DOÑA LYDIA LEYTE
Primero pedir disculpas. Lo
sabemos, estamos en febrero, a día uno, y nuestro gallo rayano de enero no
había alzado el vuelo. Tenemos excusas que no daremos, porque lo cierto es que
nada impide celebrar en febrero las alegrías de enero. Habitualmente celebramos
no cumpleaños.
Nuestro gallo de enero se
estaba arreglando las plumas y se entretuvo. Estaba en el corral y recordó con
tristeza a su último compañero que le dejó solito en el corral. Le ha podido la
saudade y se nos va de nuevo a
Galicia, con la magnífica Doña Lydia Leyte.
A aquéllos que la habéis
leído y la leéis, no hace falta darles razones para sumergirse en sus libros. A
los que no, va dirigido esto: Doña Lydia Leyte admira la novela negra y cuando
escribe, esa afición se hace presente, con lo que el binomio novela romántica –
novela negra es más que patente. Una vez agarras un libro de ella, no puedes
soltarlo, lo aseguramos. Sus novelas son un perfecto ejercicio de equilibrio
entre la historia romántica y la detectivesca; ambas tramas se abrazan de tal
modo que es imposible separarlas. Avanzan a la par y te sumergen en los
sentimientos de los protagonistas, en sus necesidades y en sus miedos y en la
necesidad de tirar del hilo para desenredar la madeja que crea. Un puzle con
todas las piezas, que tienes necesidad de encajar, aunque siempre te falte una
hasta el final.
La Sra. Leyte describe como
pocos. Cuando lees paseas, hueles, paladeas; en definitiva, te sientes dentro
del libro; pasas de ser un espectador desde fuera a un observador desde dentro
y eso, señores, tiene mucho mérito. No sobra ni un punto y coma, vaya.
Por otra parte su estilo
resulta impecable, sencillo, fresco, actual…, aunque parezca una tontería
decirlo, ya sabéis que para nosotras un buen libro, un libro grande, lo es el
que contiene una historia maravillosa y bien escrita. Insistimos, en este caso,
IMPECABLEMENTE ESCRITAS.
Para despedirnos, un ruego a
Doña Lydia que, en sus libros, siempre nos cuela como buena aficionada a la
gastronomía magnificadas recetas y referencias culinarias ¿Nos podría usted
agrupar sus recetas y editarlas en un anexo?
Con esto nos despedimos del
mes de enero, en febrero, que es corto y viene con fiestas. Seguimos atusando
las plumas de los gallos, mientras picoteamos en busca de lecturas nuevas.
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