EVE DE CLAUDIA VELASCO: DELICIOSO PASEO POR LA HISTORIA
Para mí, como lectora (para
mi herma también, lo sé de buena tinta), cada libro tiene su momento y
su lugar. Cada autor, cuando ya lo conozco y lo he disfrutado, me da algo con
su libro y en el caso concreto de Claudia Velasco, siempre nos aporta paz de
espíritu. Es decir, nos mete de tal manera en la historia, que dejamos que lo
que ocurre alrededor ocurra sin que nos afecte.
Como este fin de semana
tenía un poco de “agitación espiritual”,
como digo yo, me puse manos a la obra con Eve,
que estaba en la recámara para poder disfrutarlo como se merece y digo bien:
como se merece.
Todos lo que hayáis leído
antes este blog, sabéis: 1º que Claudia nos parece una autora fantástica (tiene
nuestro emplumado) y 2º que ya El cielo en llamas nos encantó y este libro, Eve,
viene a ser la culminación del anterior.
Eve y Rab, pareja
protagonista sufrirá ahora lo que significó la postguerra de la Segunda Guerra
Mundial para ellos y para toda Europa. Acabado el horror, que en realidad fue
mucho más al comprobar la realidad de las cosas; Europa comienza a caminar con
otro paso y es ese paso el que viven nuestros protagonistas. Una época de
cambios profundos que afectan tanto a la sociedad, como a las personas de
luchan por vivir y, en cierto modo, olvidar el horror para construir algo
nuevo, algo mejor.
¿Novela romántica? Sí,
sin duda. No sólo por la evolución en la vida de los ya protagonistas como
pareja, sino también por la de algunos secundarios, que no nombraré. Amor, como
siempre ocurre con la Sra. Velasco, de aquél por el que se lucha y que no está
exento de dificultades, porque eso es precisamente el amor, el superar baches y
seguir queriendo a la persona que tienes al lado.
¿Novela histórica? Sí,
SÍ CON MAYÚSCULAS. Te transporta a la postguerra, te pasea por sus escenarios,
por los sentimientos de la gente que ha sufrido la guerra y lo que viene
detrás, por la construcción de una nueva
Europa, que queramos o no, es lo que somos ahora, por lo que se llama nuevo
orden mundial. Me parece, además, particularmente interesante que se acuerde
del pueblo de uno y otro sitio, de los que no orquestaron la guerra, pero sí la
sufrieron; para mí los grandes olvidados en muchas ocasiones.
¿Novela de espías? Sí.
La Europa de postguerra era un hervidero de espías, entre los que se establecían
extrañas alianzas a ojos de hoy. Pensemos que todos querían saber, porque la
información es poder y sirve para afianzar posiciones, y fue en esos momentos
cuando se construyó un nuevo equilibrio de poderes, tejidos en muchos casos en
la absoluta sombra.
La etiqueta del género al
que pertenece la novela queda, en este caso, a escoger por el lector, pero
desde nuestro punto de vista, es una mezcla perfecta de estos tres géneros y su
lectura agradará a cualquiera que disfrute de ellos.
Nos despedimos ya, en este martes, de absoluta resaca
literaria. Nos vemos.